Cuando tenemos un día soleado en el que el frío nos deja salir a jugar y no estamos resfriados sentimos ALEGRÍA.
Nuestros niños y niñas aprenden que la alegría es amarilla y es contagiosa, se parece a los rayos de sol y al parpadear de las estrellas, han aprendido que cuando estamos alegres sonreímos con una sonrisa de oreja a oreja, saltas y bailas y juegas y quieres compartir esa alegría con los demás.
Nuestros niños y niñas aprenden que la tristeza es azul y es suave como el mar y dulce como los días de lluvia, han aprendido que cuando estamos tristes nos escondemos y queremos estar solos y no nos apetece hacer nada.
Cuando tenemos un día de invierno en el que brilla el sol para poder salir al parque y papá y mamá no nos pueden llevar sentimos RABIA.
Nuestros niños y niñas aprenden que la rabia es roja y arde al rojo vivo, es feroz como el fuego que quema, se te arruga la frente y la nariz y los ojos se vuelven chiquititos, han aprendido que cuando estamos enfadados sentimos que se ha cometido una injusticia y quieres descargar la rabia en otros.
Cuando tenemos un día de lluvia en el que hay truenos y relámpagos sentimos MIEDO.
Nuestros niños y niñas aprenden que el miedo es cobarde, se esconde y huye como un ladrón en la oscuridad, han aprendido que cuando sentimos miedo te vuelves chiquitito y crees que no puede hacer lo que se te pide.
Nuestros niños y niñas aprenden que la calma es tranquila como los arboles, ligera como una hoja al viento, han aprendido que cuando estamos calmados respiramos poco a poco y profundamente, y te sientes en paz.
Y por último, y siempre trabajando de modo cooperativo aprendimos que los días en los que nos sentimos alegres por alguna razón, tristes por otra, con rabia, miedo pero a la vez calmados estamos CONFUSOS.
Está ha sido nuestra andadura por las emociones en invierno, vamos a seguir APRENDIENDO...